Aprendiendo a dar noticias

Autor: Padre Alejandro Cortés González-Báez   

 

Como muchos de ustedes estoy harto de politiquería, divorcios de artistas, atentados y todo lo demás, esta semana quiero ocupar mis líneas para aligerar un poco nuestro paso por este valle de lágrimas, pues es bueno descansar con otro tipo de asuntos; para ello copio una carta que envió un estudiante foráneo a su familia. (A mí me llegó por e-mail).

Queridos papás: hace ya cinco meses que estoy en la universidad. Perdón por tardar tanto en escribirles, pero ahora voy a ponerlos al tanto de todo. Antes de continuar, por favor, siéntense. ¿OK?

Ya estoy mejor, la fractura y el traumatismo craneal que tuve al saltar por la ventana de mi cuarto en llamas están prácticamente curados. Pasé sólo dos semanas en el hospital, mi visión ya casi es normal y aquellas terribles jaquecas sólo vuelven dos veces por semana.

Como el incendio fue causado por un descuido mío, tenemos que pagar 28 mil dólares a la universidad, pero eso no es nada pues lo importante es que estoy vivo. Felizmente la empleada de la lavandería que está enfrente lo vio todo. Fue ella quien llamó a la ambulancia y bomberos. Ella también fue a verme al hospital y como yo no tenía a dónde ir con mi apartamento reducido a cenizas, tuvo la gentileza de invitarme a vivir con ella.

En verdad es un cuarto en un sótano, pero es muy agradable. Ella tiene el doble de mi edad, estamos perdidamente enamorados y nos queremos casar. Todavía no fijamos la fecha, pero será antes de que su embarazo sea muy evidente. Así pues, queridos padres, yo también seré papá. Sé cómo ustedes ansían ser abuelos, y estoy seguro que acogerán a los bebés (son gemelos) con todo el amor y cariño que me dieron cuando yo era pequeño.

Lo único que está atrasando nuestra unión es una pequeña enfermedad de mi novia, pero parece que no es muy contagiosa. Sé que ustedes la recibirán con los brazos abiertos en nuestra familia. Ella es muy amable, y aunque no ha estudiado, tiene muchos deseos de superación.

Aunque no sea de nuestra misma religión, sé que ustedes son tolerantes y que tampoco les importará el hecho de que no hable bien el español. Estoy seguro que la querrán tanto como yo. Como ella tiene más o menos su edad, se llevarán muy bien y se divertirán mucho juntos, pues como donde vivimos es muy pequeño, quiero regresar a casa con mi nueva familia. Sus padres también son muy buenas personas, dicen que su padre es sicario, pero estoy seguro que son mentiras. Yo lo conozco súper-bien.

Ahora que ya saben de todo, es preciso que les diga que no hubo ninguno incendio, no tuve traumatismo, ni fractura en el cráneo, no fui al hospital, no tengo novia, no estoy enfermo, y no hay ninguna mujer analfabeta en mi vida. La verdad es que saqué 4 en Física y 2 en Matemáticas, pero quise mostrarles que existen cosas peores en la vida que las malas calificaciones.

Un beso de su hijo que tanto los quiere.